- Pablo Gastón Gonzalez
- 10 oct 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 24 oct 2023
No todo es jardín de rosas, son batalla no habrá gloria.
Mel Gibson, figura destacada en Hollywood, transitó una carrera caracterizada por éxitos en películas y polémicas debido a comentarios ofensivos y problemas legales. Sin embargo, logró rehabilitarse con 'Hasta el último hombre' en 2016, evidenciando que la industria cinematográfica puede ofrecer segundas oportunidades.

Mel Gibson, el controvertido actor y director de casi cincuenta películas, ha pasado por una montaña rusa de éxitos y escándalos que lo han convertido en un personaje polarizador en la industria del cine. Nacido el 3 de enero de 1956 en Peekskill, estado de Nueva York, este talentoso artista de origen irlandés creció en Australia, donde comenzó su carrera como actor de películas de acción en sagas legendarias como Mad Max y Arma mortal.
Sin embargo, Gibson no se limitó a los papeles de acción, sorprendiendo al mundo cinematográfico al asumir la dirección de "Hamlet", una película de tres horas basada en el clásico de Shakespeare. Pero su punto culminante llegó con su interpretación del valiente guerrero escocés William Wallace en "Corazón Valiente" y su dirección de "La Pasión de Cristo", que definió como "una película de superhéroes" en el Festival de Venecia. Gibson se convirtió en una verdadera estrella de Hollywood.
Sin embargo, su ascenso fue seguido por una caída abrupta. Las drogas y sus expresiones discriminatorias y homofóbicas lo arrastraron al abismo. En diferentes ocasiones, atacó al colectivo homosexual y a la comunidad judía, lo que resultó en acusaciones de comentarios antisemitas y homofóbicos por parte de la actriz Winona Ryder, entre otros. En el punto más bajo, mientras era detenido por conducir ebrio en 2006, hizo declaraciones despreciables sobre los judíos que quedaron registradas en el informe de arresto. Confesó su lucha contra el alcoholismo, una enfermedad que había plagado a su familia desde su temprana adolescencia.
Posteriormente, en medio de un juicio de separación con su novia, la cantante ucraniana Oksana Grigorieva, Gibson fue grabado profiriendo comentarios machistas y racistas. La Justicia le prohibió acercarse a ella y a su hija. Después de sus ataques a mujeres, judíos, negros y homosexuales, Gibson parecía reconocer el daño que había causado y declaró: "Mi vida y mi carrera han terminado". No obstante, continuó haciendo papeles menores y participó en películas como "Mi otro yo", dirigida por Jodie Foster.
La redención llegó con "Hasta el último hombre", un proyecto que relató la historia del soldado adventista que se negó a portar armas en la guerra. La película, estrenada en 2016, fue un éxito en la taquilla y marcó el resurgir de Gibson en la industria del cine. Acompañado por su esposa, Rosalind Ross, 34 años menor que él, y sus nueve hijos, Gibson ha luchado contra la adicción a las drogas y el alcoholismo.
La carrera de Mel Gibson ha sido una montaña rusa de triunfos y controversias. Aunque su legado está marcado por episodios oscuros, su capacidad de redimirse en la pantalla grande muestra que la industria de Hollywood a veces está dispuesta a perdonar, siempre y cuando se demuestre un cambio real.